Koud Developers – Desarrollo de Software a medida

Lo que debes saber antes de iniciar un proyecto de software

Iniciar un proyecto de software no es simplemente contratar desarrolladores o elegir una tecnología atractiva. Es una inversión estratégica que debe estar basada en un análisis detallado de los objetivos, los recursos disponibles, los riesgos involucrados y las expectativas del negocio. A continuación, exploramos los factores clave que debes considerar antes de comenzar.

 

1. Define claramente los objetivos y necesidades

 

Antes de escribir una sola línea de código, necesitas tener una visión precisa de lo que se desea lograr. Esto incluye identificar el problema que el software resolverá, quién lo usará y qué funcionalidades son esenciales.

Hazte preguntas como:

  • ¿Qué necesidad específica cubre este proyecto?

  • ¿Cuáles son los beneficios esperados para los usuarios?

  • ¿Cómo se medirá el éxito del software?

Establece objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales). Esto te permitirá mantener el enfoque, establecer prioridades y evaluar si el proyecto avanza en la dirección correcta.

 

2. Realiza un análisis de viabilidad

 

No todos los proyectos que parecen “buenas ideas” son factibles. Evalúa la viabilidad desde distintos ángulos:

  • Técnica: ¿Cuenta el equipo con las habilidades necesarias? ¿Las tecnologías elegidas son compatibles con tu infraestructura actual?

  • Económica: ¿Tienes el presupuesto adecuado no solo para el desarrollo inicial, sino también para mantenimiento, soporte y posibles pivotes?

  • Legal: ¿Tu software debe cumplir con regulaciones como GDPR, LFPDPPP, HIPAA u otras normativas específicas de tu industria?

Este análisis ayuda a anticipar obstáculos que podrían frenar el desarrollo más adelante.

 

3. Documenta los requisitos de forma detallada

 

Una de las principales causas de fracaso en proyectos tecnológicos es la falta de una definición clara de los requisitos. Esto genera confusión, retrabajos y desalineación entre los equipos técnicos y de negocio.

Incluye:

  • Requisitos funcionales: Qué acciones debe permitir el sistema.

  • Requisitos no funcionales: Como velocidad de carga, disponibilidad, seguridad o escalabilidad.

La documentación debe ser validada por todos los involucrados: clientes, usuarios, desarrolladores, testers y gestores del proyecto.

 

4. Selecciona una metodología de desarrollo adecuada

 

La metodología elegida debe adaptarse al contexto del proyecto:

  • Ágil (Scrum, Kanban): Ideal para productos que evolucionan, con entregas incrementales, feedback frecuente y priorización dinámica.

  • Cascada (Waterfall): Recomendable cuando los requisitos están bien definidos y es poco probable que cambien durante el desarrollo.

El marco metodológico influye en los tiempos de entrega, la colaboración y la gestión de cambios.

 

5. Planifica recursos y presupuesto

 

Muchos proyectos fallan porque subestiman el tiempo, el personal y el dinero necesarios. Determina:

  • Roles clave: desarrolladores, diseñadores, testers, arquitectos, product owners.

  • Recursos tecnológicos: frameworks, licencias, servidores, servicios en la nube.

  • Presupuesto total: Incluye una reserva para imprevistos, cambios de alcance o extensiones.

Piensa también en los costos operativos post-lanzamiento.

 

6. Diseña una arquitectura escalable y segura

 

Una buena arquitectura técnica garantiza que el software pueda crecer, adaptarse y mantenerse con facilidad. Considera:

  • Modularidad: Divide el sistema en componentes reutilizables.

  • Seguridad por diseño: Aplica buenas prácticas desde el inicio, como autenticación robusta, cifrado y control de acceso.

  • Compatibilidad e integraciones: Piensa en cómo se comunicará el software con otros sistemas actuales o futuros.

 

7. Establece una estrategia de pruebas sólida

 

Las pruebas no deben ser una fase aislada al final del proyecto, sino un proceso continuo. Asegúrate de incluir:

  • Pruebas unitarias: Validan pequeñas porciones de código.

  • Pruebas de integración: Comprueban cómo interactúan diferentes partes del sistema.

  • Pruebas funcionales y de aceptación: Validan que se cumplan los requisitos del negocio.

  • Pruebas de carga y rendimiento: Evalúan el comportamiento bajo demanda.

Un sistema bien probado reduce errores en producción y mejora la experiencia del usuario.

 

8. Prepara un plan de mantenimiento y soporte

 

El lanzamiento es solo el comienzo. Todo software necesita:

  • Monitoreo continuo: Para detectar errores, cuellos de botella o problemas de seguridad.

  • Actualizaciones regulares: Que incluyan mejoras, nuevas funcionalidades o parches.

  • Soporte técnico: Para atender a los usuarios y resolver incidentes.

Define quién será responsable, los tiempos de respuesta y cómo se documentarán los cambios futuros.