La mayoría de los proyectos de software que fracasan tienen un patrón común: se empieza a programar antes de entender completamente qué se debe construir, para quién se está haciendo y por qué se necesita. Esta falta de claridad inicial conduce a errores de enfoque, malgasto de recursos y productos que no satisfacen las necesidades reales de los usuarios.
Aquí es donde entra en juego la discovery phase —o fase de descubrimiento—, una etapa fundamental que ayuda a alinear a todos los involucrados y a cimentar las bases del proyecto antes de invertir tiempo y dinero en desarrollo.
La discovery phase es una etapa previa al desarrollo que permite investigar, validar y definir los elementos clave del proyecto. Es un proceso colaborativo en el que participan el equipo de producto, técnicos, stakeholders y, cuando es posible, usuarios reales.
Durante esta fase se busca comprender a fondo:
Qué problema o necesidad se desea resolver.
Cuáles son las expectativas del negocio y los objetivos estratégicos.
Qué funcionalidades son realmente necesarias.
Qué limitaciones existen a nivel técnico, de tiempo o presupuesto.
Quiénes usarán el producto y en qué contexto.
Cómo se medirá el éxito del proyecto.
El principal objetivo es evitar suposiciones y garantizar que el equipo desarrolle la solución correcta, con el enfoque adecuado y dentro de parámetros realistas.
Una buena discovery ayuda a validar si la idea tiene sentido, si resuelve una necesidad real y si hay demanda en el mercado. Así se evita desarrollar productos que luego no se usan o no funcionan como se esperaba.
Al alinear desde el inicio a negocio, diseño, tecnología y usuarios, se evitan malentendidos y retrabajos posteriores. Todos parten de la misma base y con expectativas claras.
Identificar errores de concepto, flujos ineficientes o requisitos mal planteados en esta fase es mucho más económico que hacerlo en plena etapa de desarrollo o, peor aún, tras el lanzamiento.
Permite distinguir entre lo esencial y lo opcional, ayudando a definir un Producto Mínimo Viable (MVP) que pueda salir al mercado más rápido y validar hipótesis.
La discovery phase suele producir entregables valiosos como:
Brief funcional del producto
Diagrama de flujo de procesos
Mapas de usuario y customer journeys
Cronograma estimado
Modelo de arquitectura preliminar
Alcance técnico inicial
Aunque puede variar según el tipo de proyecto, una buena discovery suele incluir:
Workshops con stakeholders: para definir objetivos, visión y criterios de éxito.
Entrevistas o encuestas a usuarios reales: para entender comportamientos, frustraciones y necesidades.
Revisión de procesos existentes: cuando el software sustituye o digitaliza operaciones actuales.
Prototipado rápido: diseño de wireframes o prototipos navegables para validar ideas antes de desarrollarlas.
Definición preliminar de requerimientos funcionales y no funcionales.
Análisis técnico básico: evaluación de arquitectura, integraciones y viabilidad.
Estimación de tiempos y presupuesto.
Una discovery phase efectiva no puede realizarse de forma aislada. Idealmente, debe incluir:
Product Owner o líder de producto
Representantes del negocio o stakeholders clave
Diseñador UX/UI
Líder técnico o arquitecto de software
Usuarios finales o clientes reales (cuando sea viable)
Esta diversidad de perfiles asegura una visión más rica y precisa del problema a resolver.
La duración depende del tipo y complejidad del proyecto:
Proyectos pequeños o MVPs: entre 1 y 4 semanas.
Proyectos medianos o corporativos: entre 4 y 6 semanas.
Proyectos con regulación, múltiples sistemas o alto riesgo: hasta 8 semanas o más.
La discovery phase es indispensable en estos escenarios:
Cuando no existen requerimientos formales escritos.
En startups que aún están validando su modelo de negocio.
En proyectos con impacto operativo importante o que sustituyen procesos críticos.
Si el software debe integrarse con sistemas legados o externos.
Cuando hay múltiples stakeholders con visiones distintas.
Empresa
Somos una empresa mexicana con más de 12 años de trayectoria en la industria
Servicios
Contacto